Estrés, depresión, ansiedad, duelo, conflictos internos, sensación de no estar de acuerdo con tu entorno profesional o familiar, problemas con la autoestima.
Los estados y crisis de angustia, las fobias, las obsesiones, la timidez, la inseguridad, las dificultades sexuales, el insomnio, los celos, los trastornos de la alimentación y los sentimientos de culpabilidad se constituyen en una carga insoportable con la que el sujeto sobrevive en un estado de limitación que puede conducirlo hasta la soledad y la marginación.
Todos son sentimientos que provocan sufrimiento y crean un malestar, un malentendido entre quién eres en el día a día, quién te gustaría ser y la persona que ignoras ser pero que está ahí y que no para de recordarte que hay algo que no está funcionando.
Cuando hay algo que te impide estar en armonía contigo mismo, o bien cuando tienes la curiosidad y las ganas de encontrarte, el psicoanálisis es una experiencia a considerar.
Nuestra sociedad actual tiene tendencia a tener respuestas para todo de forma inmediata. Sin embargo, es posible que hayas tenido la sensación de que todas las respuestas son generalizadas, estandarizadas y que no se dirigen a ti sino a cualquiera.
El psicoanálisis es un enfoque totalmente distinto porque apunta a la singularidad, el paciente descubre la raíz de sus males.
En la relación con un psicoanalista cada uno puede hacerse el auténtico artífice de su vida.
Una entrevista no lo compromete a más: Habrá dado un primer paso importante en su vida para conocerse a sí mismo y a los que le rodean. Este es el comienzo de la solución.
Trabajo con personas de cualquier nacionalidad y creencia.
Sensibilidad: Respeto profundamente tu sufrimiento. Te ayudo a desarrollar tus propios recursos.
Registro tu singularidad. Me comprometo a ayudarte a vivir como deseas.